Estilos Educativos
En clase aprendimos que los estilos educativos son los papeles o mejor dicho, los comportamientos que presenta una persona ante un contexto o varios.
Para eso resulta fundamental que desde un primer momento tanto los profesores como los padres enseñen buenos valores/ hábitos, para que en el día de mañana sus hijos sean personas educadas, responsables y amables, sin que sean por ejemplo personas que desarrollen miedos, retraimientos, complejos de inferioridad o incluso manifestaciones depresivas, gracias al afecto, sentido y utilidad que le transmitirán ambos que les serán muy necesarios para que así consigan la seguridad en sí mismos. Además, tenemos que destacar que existen dos tipos de estilos educativos:
.Positivo o democrático: Quienes lo demuestren y por supuesto, enseñan este tipo de estilo educativo, como serán los profesores y padres, en la mayoría de las veces estarán dispuestos a hablarles y sobre todo, a escucharles atentamente, con la intención de ayudarles en sus problemas solucionándolos, proporcionándoles que se organizen mejor sus vidas, dándoles la oportunidad de tomar decisiones con el objetivo que desarrollen la iniciativa y la autonomía personal, haciéndose que se sienten queridos, valorados y capaces, manteniendo una relación afectiva. Hay que destacar que gracias a este estilo educativo favorecen todas las necesidades básicas, que son la necesidad de afecto, utilidad y sentido proporcionándoles la seguridad personal.
.Negativo o moralizante: Quienes lo demuestran y por supuesto, enseñan este tipo de estilo educativo, no suelen tener en cuenta las características de sus hijos/alumnos, sobre todo, las buenas, percibiéndoles como vulnerables o incluso incapaces de hacer lo que ellos proponen. Por esa razón, suelen echar de menos el ser apoyado o valorado cuando más lo necesitan, haciendo que se conviertan en vergonzosos, miedosos o incluso angustiosos. Este estilo por todo lo mencionado anteriormente hace que los hijos/alumnos carezcan de utilidad y sentido. Además, conviene destacar que existen varios tipos de este estilo, como son las siguientes, que se darán con más facilidad en el ámbito familiar:
è .Indiferentes: Muy probable que este tipo de padres no se preocupen por los hijos, ni mucho menos en sus problemas, cada uno de la familia, por así decir, “va a su bola”. Los padres consideran que el colegio es para que les eduquen y no ellos mismos (los que deberían de educar desde un principio). Además, en la mayoría de veces por falta de conocimientos, experiencia… no actúan, facilitando que sus hijos sean inconstantes, frustantes en todo lo que requiere algo de dificultad, etc, haciendo que carezcan la tercera necesidad básica, es decir, el sentido.
.Frustantes: Les resultan muy molestos, hasta el punto dlegar a rechazarles y castigar por cualquier cosa. Pero, lo peor de todo es que los padres en ningún momento se muestran dispuestos a ayudarles, estar con ellos, etc, sin reconocer ninguna cualidad positiva de ellos, en este estilo educativo carece de lo fundamental en la familia, el amor paternal. Todo esto hará que los hijos sean depresivos o incluso, violentos con los demás, como con sus padres o hacia ellos mismos. Por todo lo dicho anteriormente, este estilo educativo provocará que carezcan de la necesidad de afecto.
è .Sobreprotectores: En comparación con los anteriores estilos, los padres ofrecen todo el cariño a sus hijos, siendo constantemente alabados. Los progenitores ven todo lo bueno en ellos consiguiendo que estén satisfechos por la labor que están haciendo, etc. Pero, este trato tan sobreprotector puede hacer que los hijos a la larga sean egoístas o incluso unos desgraciados.
è .Incosencuentes: Estos padres, en la mayoría de las veces suelen estar muy desorientados teniendo muchos altibajos en la manera de tratarles a sus hijos. Por ejemplo, pueden castigarles pero al cabo de un rato levantarles el castigo. El tener este tipo de padres suele perjudicar sin lugar a dudas a los hijos, siendo incapaces de seguir unas normas fijas, que no estén orientados o incluso que no distingan entre lo bueno y lo malo.
Además, para entender mejor los estilos educativos y aplicar a situaciones cotidianas hicimos un vídeo que estaba inspirada en cosas típicas que pasan dentro de un ambiente familiar. En el vídeo, aunque el comportamiento de las hijas al principio es muy desobediente y disruptivo, (lleno de peleas, insultos,…) los padres se preocupan en todo momento de esclarecer lo ocurrido con el objetivo de que se perdonen entre ellas y vuelvan a ser unas buenas hermanas. De modo que podemos decir que los padres, cuando ocurren sucesos negativos como positivos actúan de una manera democrática, es decir, positiva, mostrándose dispuestos a ayudar y a escucharles atentamente, haciéndose que sus hijas se sientan valoradas, queridas y capaces de conseguir todo lo que se propongan.
Sentimos no haber puesto el vídeo, pero la verdad es que el blog no nos ha dejado ponerlo porque supera los límites de MB. Hemos hecho una pequeña reflexión al respecto, como una pequeña justificación de la creación del vídeo.
Hemos elegido grabar una escena en la que dos hermanas y la amiga de una de ellas juegan en un parque. Poco después de que la amiga se vaya, las dos empiezan a discutir y a pelearse hasta que intervienen los padres de ambas.
Hemos elegido este tema porque es algo muy común que pasa casi a diario. Normalmente los padres actúan de forma negativa, sin querer escuchar la razón por la que ha ocurrido ese esa pelea, y castigan a sus hijos directamente. Creemos que es necesario que ambos progenitores escuchen las dos versiones de lo ocurrido para después poder llegar a un acuerdo y de esta forma resolver el conflicto tratando a los hijos adecuadamente.
La parte positiva, a pesar de ser demasiado irreal, creemos que deberíamos llegar a ella directamente, tendría que salir de nosotros sin pasar por la parte negativa, razonando entre todos para llegar a una conclusión común que nos beneficie a todos.
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